Sentada..
en el borde
que limita..
el mundo real
del imaginario..
habitaba una rosa..
un pequeño planeta
de algodón..
no era nada..
y lo era todo
pétalos..
llenos de secretos..
de los que guarda
el viento..
de los que..
muy flojito
escapan..
a través del tiempo..
Y se mecía..
en el vaivén
de los instantes eternos..
la rosa de fuego
sabiéndose libre..
se sentaba a observar..
sin prisa..
Y en el límite
del mundo..
si buscas
el camino
hacia tu interior..
encontrarás
la pequeña rosa..
escúchala..
siéntela
cuídala..
deja que te guíe..
balanceándose..
en el límite del bién
y del mal..
de la razón
y los sentidos..
del ser..
o no ser..
de la verdad
y la mentira..
del yo..
y del tú
de la libertad..
y de
las cárceles doradas..
No dejes..
que se marchite
simplemente..
riégala
abónala..
y explora..
el camino
hacia
tu interior..
la más pura esencia..
que cada día
se hace..
y se mece..
en el borde..
que limita
el mundo real..
del imaginario
del ser..
o no ser..
en esta
ensordecedora..
hoguera
de las vanidades..
en el pequeño planeta
de tu interior..
Ssssshhhh...
la oyes?
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