Y...se bebía la vida...
a sorbos...
para exprimirle
todo el jugo...
sorbito de sal y mandarina...
derramando lágrimas...
sobre el piano...
Se bebía los momentos...
destilando
blancos y negros..
entre las teclas
y la ventana...
bajo el acompasado ritmo...
del reloj...
que se dormía
encima de la luna...
componiendo noches...
llenas de tiempo...
Y...le lloraba a la vida...
agarrado a los suspiros
que emitían un soul...
tan tremendamente...
intenso y descarnado
como si...
por fracciones de segundo..
se detuviera el mundo...
y aullaran las alondras...
Y aullaran...
con la vergüenza abandonada...
desde lo más profundo...
mirándose adentro...
muy adentro...
hasta las entretelas
de los bolsillos del alma...
desnudándola por completo...
para vestirla
sólamente de amanecer...
Se bebía la vida...
llorándola como
si fuera un cáliz...
porque al llorarla...
la exprimía..
como se exprime
una manzana...
apasionadamente...
hasta llegarle al corazón...
Y...lloraba...
con lágrimas de lija
y...con lágrimas de seda...
sorbito de sal y mandarina...
cuando el violín...
rasgaba la penumbra
y dibujaba sus notas...
con dedos de agua..
en los lienzos de cristal
de las ventanas...
en clave de soul...
Y...era...
como si por un instante
se detuviera el mundo...
para escuchar...
aullar las alondras...
a sorbos...
para exprimirle
todo el jugo...
sorbito de sal y mandarina...
derramando lágrimas...
sobre el piano...
Se bebía los momentos...
destilando
blancos y negros..
entre las teclas
y la ventana...
bajo el acompasado ritmo...
del reloj...
que se dormía
encima de la luna...
componiendo noches...
llenas de tiempo...
Y...le lloraba a la vida...
agarrado a los suspiros
que emitían un soul...
tan tremendamente...
intenso y descarnado
como si...
por fracciones de segundo..
se detuviera el mundo...
y aullaran las alondras...
Y aullaran...
con la vergüenza abandonada...
desde lo más profundo...
mirándose adentro...
muy adentro...
hasta las entretelas
de los bolsillos del alma...
desnudándola por completo...
para vestirla
sólamente de amanecer...
Se bebía la vida...
llorándola como
si fuera un cáliz...
porque al llorarla...
la exprimía..
como se exprime
una manzana...
apasionadamente...
hasta llegarle al corazón...
Y...lloraba...
con lágrimas de lija
y...con lágrimas de seda...
sorbito de sal y mandarina...
cuando el violín...
rasgaba la penumbra
y dibujaba sus notas...
con dedos de agua..
en los lienzos de cristal
de las ventanas...
en clave de soul...
Y...era...
como si por un instante
se detuviera el mundo...
para escuchar...
aullar las alondras...
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