Y el día se repliega..
se estira
bosteza..
se sacude
el polvo del camino
pegado a su vestido..
se acurruca..
arrullado
de luciérnagas..
a dormir
su pequeño..
cuento de invierno
ahora que la luna..
juega a enredarse con la niebla
al amparo de los gorilas..
hasta convertirse..
en madrugada
de lavanda y rocío..
Dicen..
que las madrugadas
son el sueño..
de los atardeceres
despertando
a un nuevo día..
en el que todo
puede pasar...
volando cómo el tiempo..
volando..
igual cómo palomas mensajeras
cargadas..
con miles de secretos
liberados..
al aire diáfano
del que será..
y la luna naranja
arde..
cuando reaparece de la nada
hirviendo de miradas..
y secretos..
y pasiones..
y deseos..
henchida de historias..
de finales inciertos
de finales..
aún por descubrir
de finales..
aún por escribir..
porque toda historia..
siempre tiene
comienzo y final..
igual..
cómo la lengua
de las mariposas..
pero nada hay..
más intenso
ni duradero..
que la frágil carícia..
de una mariposa
llena de luz..
en su breve..
y efímero viaje
hacia la eternidad..
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